UNA FAMILIA FELIZ ES UN PARAISO ANTICIPADO

La raíz de muchos de los problemas de convivencia “modernos”, son consecuencia de la forma en que la familia aborta los problemas cotidianos. ¿Cuáles son esos problemas cotidianos? Los asuntos económicos, los permisos, la autoridad parental, la convivencia y comunicación entre sus miembros, la conducta y educación de los hijos. Como digo, el problema no son los problemas en si mismo, sino la resolución de ellos. Algunas familias han creído encontrar la forma de resolver los problemas, por medio de los gritos, los golpes, o la imposición de un criterio y la realidad es que no han podido resolver nada. Es solo una forma de posponer la felicidad en la familia.

A menudo se evita confrontar los temas difíciles, para según nosotros, evitar hacer un problema, pero el problema ya existe, solo que como dije, evitamos su solución y nos perdemos de disfrutar hermosos momentos de convivencia, por estar subordinados a incidentes menores, que por su falta de discusión terminan es grandes problemas.

La familia es la primer célula social, en donde, por excelencia, se logra mantener unida frente a una crisis de alguno de sus miembros. Y esta unidad se logra por medio de la convivencia y en alimentar lo espacios de convivencia familiar. Estos espacios son, a menudo, cuando cenamos, cuando estamos frente al televisor y en las salidas de paseos familiares. Veamos cada una: La Cena. Es un espacio donde se puede procurar reunir a todos los miembros de la familia, en donde podemos comentar las vivencias del día, por parte de cada uno. Todos tenemos alguna experiencia nueva que compartir, este es un espacio, sumamente valioso, nos permite conocernos, y este conocimiento es el que hace que la convivencia familiar sea mas agradable. La televisión. La hora de poder reunir a la familia, o al menos, algunos de sus miembros, es un momento de compartir, de reír, disfrutar un rato en familia. No es el escenario mejor para discutir o hablar, pero si para compartir y tener una vivencia, que a futuro podrá ser tema de conversación familiar. Las salidas de paseos familiares. Aquí es donde marcamos, algunos, de los mejores recuerdos familiares, por eso la importancia de planear las cosas de la mejor manera posible y así evitar disgustos por asuntos triviales o de menor valor, pero que a la postre pueden dar al traste con las buenas intenciones de la familia. Las vivencias de los paseos son tiempos familiares, difíciles de olvidar, y nadie querrá conservar un mal recuerdo de estos momentos. Los recuerdos alimentan las esperanzas y el amor, entre los miembros de la familia, pero bien podrían actuar de forma contraria y crear sentimientos negativos que afectan la convivencia y dejar huellas que no van a permitir que tengamos la ilusión de volver a recrear estos espacios familiares.

El escenario más impactante para el ser humano es su familia. La gran mayoría hemos convivido en una familia. Generalmente la niñez es la etapa más hermosa de esta convivencia –para muchos- pero lo cierto es que todas las edades y etapas de la vida deben ser la etapa más hermosa. Las vivencias de la niñez, de la adolescencia, de la edad adulta, de compartir con nuestros adultos mayores, ser adulto mayor. Pero todo esto depende de cómo seamos capaces de hacer frente a los problemas y a las crisis familiares. Huir nunca debe ser una alternativa de solución a los problemas. Ciertamente huir es solo una forma de posponer la verdadera solución y privarnos de que nuestra familia sea un anticipo del paraíso, por eso la lucha diaria como parte del amor familiar, debe ser mejorar, momento a momento, la convivencia, fomentar valores, promover habilidades de comunicación. Tener tradiciones que nos inspiren y mantengan la unidad familiar.

Publicado en el Diario La Prensa Libre, el sábado 6 de setiembre del 2008