lunes, 22 de junio de 2009

¿QUIEN FUE TESTIGO DEL ACCIDENTE?

Hace algunos años, en un artículo anterior, pensando en la urgencia que tiene el país de mejorar las condiciones en las carreteras, decíamos que “si seria necesario esperar que a algún miembro de los supremos poderes le tocara pasar por el dolor de perder un ser querido en nuestras carreteras”.

Bueno, en días pasados, al diputado Ovidio Agüero, le tocó participar en un hecho de tránsito. A cualquier ciudadano le damos la oportunidad de ejercer su derecho de defensa ante los Tribunales. Pero en este caso, ya muchos lo han condenado y hasta la renuncia como diputado se atrevieron a solicitar. Difiero, profundamente, de los que piensan de esa forma, por varias razones:

¿Cuántos de nosotros fuimos testigos de cómo se dieron los hechos?

¿En que condición venía el conductor de la bicicleta?

¿Ya se conoce el resultado del informe de la medicatura forense?

¿Cuántos testigos han sido indagados?

¿A que conclusión, preliminar, llegó el Fiscal encargado de la investigación?

¿Se ha realizado una reconstrucción de los hechos, para buscar la verdad real?

¿A que le llamamos dar la cara, cuando decimos que el conductor no lo ha hecho?. Como abogado litigando me ha tocado ver, que más que la cara, lo que se busca es otra cosa.

Y por favor no me salgan con que estoy defendiendo al diputado Agüero, lo que critico es la hipocresía de algunos de querer hacer creer a la gente, que con aprobar unas multas más altas se acaba el problema de las muertes y lesiones en carreteras.

Por otro lado, las reformas que en la actualidad se tramitan en la Asamblea Legislativa, no van evitar las muertes en las carreteras, los que nos quieren vender esa idea, están actuando de la forma mas irresponsable posible. En las reformas que propuso, hace casi dos años, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, solo buscaban un aumento en las multas, pero en la Asamblea Legislativa, a la Comisión de Asuntos Jurídicos, le tocó rehacer ese proyecto, que se logró mejorar, pero aun así no será suficiente. No es cierto que la propuesta del Ministerio de Transportes, sea la solución a un problema, que es ya una enfermedad de salud pública. Claro, con el proyecto, le va a llegar más “más platita” al MOPT.

En este proyecto (el del MOPT), ¿qué responsabilidad se le imputa al ciclista o peatón que camina por “media calle”, bajo los efectos del licor, sin ninguna señal reflectiva? Y, ¿a quien le damos la responsabilidad por carreteras en mal estado y la falta de señalamiento vial, tanto vertical como horizontal?.

¿Cuándo las Autoridades, responsables del mantenimiento vial, van a cumplir a cabalidad su obligación? Supongo que será hasta el día que se establezcan responsabilidades civiles y penales al funcionario negligente e irresponsable de dar mantenimiento a las vías.

En la conducción, intervienen muchos factores y elementos que hacen de la circulación vial una actividad que requiere de mucho cuidado. La verdad que quien maneja en Costa Rica, puede hacerlor en cualquier ciudad del mundo. No creo que existan tanto obstáculos en la pista de rodaje de los automóviles, como en nuestro país.

¿Cuál es la inversión real en mantenimiento vial? No podemos seguirles el juego a los funcionarios, que nos quieren hacer creer, que con obligar a los diputados a aprobar unas reformas a la Ley de Tránsito, se va a terminar los problemas de la conducción de Costa Rica.

Este país requiere un Código de Tránsito, que regule desde las obligaciones, desde la de construir aceras, hasta la responsabilidad de los funcionarios negligentes, que no cumplen a cabalidad con sus deberes.

Aquí podría enumerar una gran cantidad de hechos de tránsito, que no van a dejar de suceder porque las multas aumenten. ¿Cuál conductor de motocicleta, respeta la doble línea amarilla? Dejemos de un lado la doble moral, y dejemos de engañarnos a nosotros mismos.

¿O será que con la renuncia a la curul, por parte del diputado Ovidio Agüero, se terminarán las muertes en las carreteras?. ¿Seguro que con un aumento en los impuestos de circulación se eliminan las muertes en Costa Rica?. Todos sabemos que nuestro problema es un problema de responsabilidad colectiva. En donde los peatones, los ciclistas, los motociclistas, los conductores de los vehículos, las autoridades, debemos asumir nuestra responsabilidad de respetar el derecho de los demás y conducirnos en los roles que desempeñamos, con un verdadero sentido de compromiso.

La conducta vial que asumamos hoy, será emulada por nuestros hijos en un futuro no muy lejano. Así como nos enseñaron a dar nuestros primeros pasos, a hablar, a comportarnos en una mesa, así debemos aprender a conducirnos en las vías de tránsito. Si no recibimos la instrucción apropiada, es hora de corregir y ser mejores usuarios de las rutas, para que mañana podamos disfrutar de un cambio de educación y no de una simple ley.

La culpa de nuestros desmanes en las carreteras no es solo responsabilidad de los Diputados. Es una decisión propia como me voy a trasladar desde hoy por las vías públicas terrestres. Ahora usted tiene la última palabra.


Publicado en el Diario La Prensa Libre, el jueves 20 de noviembre del 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores