sábado, 25 de julio de 2009

A LA PATRIA POR NUESTRA VOLUNTAD

Lic. Giovanni Rodríguez Solís

giovannirodriguezsolis@gmail.com

En estos días pasados, tuve la maravillosa experiencia de ser invitado a la casa de dos apreciamos costarricenses, de origen colombiano, con cuyas personas he podido compartir, durante varios años, pero que no había tenido la oportunidad de visitar su hogar, pero con ocasión de conocer la casa que recién han construido, fue el marco ideal para lo que quiero compartir.

Para los que toda nuestra existencia hemos vivido en un solo país, la nación en que nacimos, en donde forjamos todos nuestros recuerdos, nos resulta difícil, comprender el sentimiento de una persona, que se vio obligada a salir de su patria, con rumbo a un lejano país, del cual no sabe mucho y cuando digo obligada a salir, no me refiero a razones políticas, solamente, si no cualesquiera otra razón. Tener que cambiar sus costumbres, sus hábitos, sus alimentos, y ni que decir de sus amistades. Esto sin importar la edad, porque el dolor de dejar la patria no tiene edad, por igual sufren los niños, jóvenes, adultos y adultos mayores.

Nuestra visión de un mundo, cambia cuando esos inmigrantes nos abren las puertas de su casa, de su corazón de sus recuerdos y disfrutan mostrando cuan hermoso es su país de origen y que muchas veces deben optar por la nacionalidad de otro país para poder disfrutar y conocer a plenitud su país de arranque, en el caminar de la vida.

No tiene descripción el ver aquellos rostros iluminados de nuestros amigos, cuando te invitan a ir a conocer su país de nacimiento. Como sus corazones siguen allá, a mucha distancia de nuestros hogares y los suyos.

Una de las mayores satisfacciones que podemos tener los seres humanos, es la de poder brindar nuestra amistad y cariño a los inmigrantes, a esos maravillosos seres humanos, que nacieron fuera de nuestras fronteras, pero que se vuelven mas nacionales que muchos, que vivieron a compartir el sueño de construir un país mejor, al lado nuestro. Que dieron, dan y siguen dando lo mejor de si para esta bella nación. Solo puedo decirles, gracias amigos, por mostrarnos que dichosos somos de poder vivir y compartí esta tierra con ustedes.

A todas y todos esos costarricense, por convicción nunca olviden que hay hijos que nacen en el vientre pero que otros que nacen en el corazón y ustedes nacieron en el corazón de Costa Rica.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por opinar así porque cuando uno se aleja del país, de la familia, de los amigos, de tantos lugares queridos, uno se siente muy solo y el rechazo es lo primero que se viene a la mente.

    Gracias, porque así como este país es de bonito, así también lo son personas como usted.

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  2. Muchas gracias por su comentario. La verdad que son personas como usted la que inspiran a uno a seguir adelante.

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