jueves, 10 de septiembre de 2009

FAMILIAS DURADERAS

Dentro del contexto social que vive Costa Rica, hoy mas que nunca es de suma importancia destacar el ideal del constituyente de 1949 cuando dejó constancia de la voluntad de proteger a la familia: “ La familia, como elemento natural y fundamento de la sociedad, tiene derecho a esa protección del Estado. Igualmente tendrán derecho a esa protección la madre, el niño, el anciano y el enfermo desvalido” (articulo 51 Constitucional). De esa disposición constitucional devienen una serie valores que son la esencia de una sociedad: La Familia, la madre, el niño, el adulto mayor y las personas con discapacidad.
Ciertamente, todo deseamos convivir dentro de una familia duradera, ¿pero cuando este deseo se plasma en realidades?, sobre todo, si pensamos, en los ataques de la que es víctima la familia, todos los días. Queda en evidencia que en Costa Rica se carece de una institución generadora y rectora de una política publica para la familia, que de existir, seria la forma en que se apostaría a tener familias duraderas y felices. Esta desarticulación la notamos en la lucha por erradicar la violencia intra familiar, que se da, pero con una perspectiva de genero y no como un problema integral que ataca y destruye a la familia y sus miembros. En una crisis de esta naturaleza, se debe velar por la atención de la familia, y no solo en términos de victima y agresor. La desintegración familiar es la consecuencia real de una ausencia de política publica, por el incumplimiento del Estado a proceder conforme al “titulo V de la constitución política, en cuanto a los derechos y garantías sociales”, que cubren a la familia costarricense.
Un modelo país que no apueste a la defensa y construcción de la familia, es un Estado sin esperanza, sin futuro. Siempre decimos con cierto grado de cinismo, que el futuro es la juventud y resulta interesante preguntarnos pregunto ¿qué futuro le estamos ayudando a construir a esos muchachos? ¿Un futuro en donde sigan sintiendo a la familia como el principal escenario de violencia, de traición, de abandono?. No hay duda que por el camino que vamos, eso es lo que les vamos a dejar heredar.
Los jóvenes necesitan descubrir que el ambiente familiar es un espacio donde se cultiva el amor, la solidaridad, la comprensión, y es un refugio, cuando sentimos la necesidad de afecto. Esto lo podremos lograr, únicamente, cuando la familia sea impactada por una verdadera atención integral, que la protección constitucional se traduzca en políticas públicas a corto, mediano y largo plazo.
La familia debe ser parte del proyecto país y dejar de ser un simple enunciado, nuestra realidad nos ha mostrado que existen diferentes formas de integración familiar, la familia tradicional –la judeo cristina, de padre, madre y el niño-, no es la única, tenemos a las familias unipersonales, en donde madres son jefes de hogar, -En Costa Rica ya superan el 50%- que deben asumir este rol por diferentes circunstancias, tales como la viudez, la condición de madre soltera, pero la mayor razón el abandonó de los padres a asumir la responsabilidad que la paternidad conlleva.
Esta variación de la composición familiar y su casi nula protección, nos lleva a otra serie de problemas: la pobreza, la deserción escolar, embarazos no deseados, madres adolescentes, la delincuencia –en todas sus formas- que sin duda alguna todos anhelamos erradicar de nuestra sociedad.
Resolvamos los problemas desde donde nacen y no solo sus efectos. Debemos blindar a la familia –tal y como establece la constitución- con una verdadera protección y así tendremos ciudadanos mas felices, jóvenes soñando por un futuro mejor, una sexualidad responsable, nuestras calles en ambientes mas seguros.
En resumen, todos los actores sociales, llaméense gobierno, ciudadanos, sociedad civil, instituciones privadas, debemos unir esfuerzos en pro de la familia. De que vale generar riqueza económica si como nación, solo generamos conflictos familiares. Debemos revertir este proceso y generar mas y mejores familias. El Estado tiene la última palabra. En las ultimas campañas electorales la familia ha estado ausente como tema. Quizás esto se deba a que la familia como tal, -como unidad- no se presenta como un grupo de presión, como si lo son las mujeres, los adultos mayores, las personas con discapacidad, que su apoyo se traduce en votos. Tenemos el ejemplo del Partido del diputado Oscar López que logro capitalizar el descontento de un sector como son los personas con discapacidad.

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